Sólo los olivos que lo rodean saben exactamente la edad del Cortijo del Marqués. Este hotel con encanto andaluz a 20 kilómetros de la ciudad entre la Sierra del Pozuelo y la Sierra Arana es uno de los últimos secretos de Granada.
En 2010 se convirtió en un proyecto personal de la mano de Silvia y Eilko, dos andaluces de adopción que se enamoraron rápidamente de él y decidieron compartirlo con el mundo.
Sus habitaciones se integran perfectamente en la tradicional arquitectura de la casa y el mejor ejemplo es la suite en el antiguo Granero del Cortijo, con muros de piedra y un techo original de madera de 5 metros de altura.
La antigua Carpintería, el Palomar o la Cuadra son algunas de las otras estancias que convierten a los huéspedes en testigos de la historia y la vida andaluza que llenaba el Cortijo del Marqués en el siglo XIX. Incluso la capilla original abre sus puertas tras su restauración tal y como era hace un siglo.
Además, la excelente situación de la finca la convierte también en un perfecto punto de partida para excursiones y rutas culturales a 30 minutos de la Alhambra, 50 de Sierra Nevada y una hora de la playa.